¡POR QUÉ SOY FELIZ!

jueves, 26 de diciembre de 2013

MI HERMANO MENOR



Hacía 3 años que no lo veía, sin embargo parecía que fueran más. Estaba igualito, algo subidito de peso quizá, pero con la misma chispa y la misma alegría de los años pasados.  Bien dicen que la navidad es felicidad, es reencuentro y eso es  justamente  lo que significó para mí la  presencia  de mi  hermano  ausente. Aún recuerdo cuando  mi hermana le decía “no te vayas, quédate en Tacna. Si te vas a Lima va a ser para que te quedes allá”. Cuánta razón tenía al decirlo, ella lo presentía y así fue. Hace 7 años que se fue y sus idas y venidas disminuyeron paulatinamente hasta que el fantasma  del olvido  nos distanció.

  Ayer después de muchos años regresó, ya no de incógnito como nos tenía acostumbrados, sino con mensajes de sorpresa para deleite de toda su familia.  Mi corazón se regocijó de alegría por su presencia. Allí estaba, radiante de contento, feliz  y, sobre todo, honroso  de representar al padre ausente (que dios lo tenga en su gloria) compartiendo  la cena navideña, como cuando éramos niños y abarrotábamos la mesa para desesperación de mi madre.  Expuso un breve discurso, cual novel político en campaña. Todos reíamos y no pude evitar quebrarme al ver a mi hermano menor, el niño pequeño que retozaba por el patio  descalzo detrás de su pelota,  con el rostro cubierto de polvo,  representaba dignamente a  mi padre como cabeza de familia y,  sentí, después de mucho tiempo,  renacer el orgullo de tener a mi  hermano menor en casa.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Ohh, qué linda Navidad pasé este año!! Feliz Navidad para todos, que el Señor los ilumine y proteja. Bendiciones.