¡POR QUÉ SOY FELIZ!

sábado, 18 de diciembre de 2010

¡MIS EXPERIENCIAS!!!

Mi centro de trabajo  ha significado y significa para mi un desasosiego enorme, experiencias gratificantes que hacen de mi vida una realización plena; por supuesto que he tenido errores y los sigo teniendo, los cuales intento corregir ,algunos vanamente, otros dirigidos efizcamente, otros ignorados  que son los más atroces haciendo mella en mi conciencia... felizmente cuento con mi angel guardián que recepciona todo cuánto me sucede y me aconseja rutinariamente bien. Ella a sus escasos 14 años, se ha convertido en mi  guía, mi amiga, mi confidente y yo en la suya...ruego que el primer amor aún no se asome porque sé que ya no dispondrá de tiempo; y si es así lo aceptaré dignamente...qué más me queda.

Aquí  algunos  relatos que me complace en contárselos :

LA EFICIENTE ANGELA
   Tengo la suerte, la dicha, la fortuna de tenerla como alumna. Cada que rememoro su rostro se me viene su imagen sonriente, pícara, dulce, presta siempre a brindarme su apoyo; hostigando a sus compañeros a que se ubiquen en sus lugares cuando  algunas veces me tardo.
     Aquel día, iniciaba un dictado, como todas las mañanas. Inspeccioné, en segundos, los asientos vacíos. Curiosamente me detuve en uno.
-¿Quién se sienta aquí?- Indagué.
-¡Angelaa!- respondieron al unísono.
Extrañada por unos segundos y con el ademán de que no entendía, me dispuse a reiniciar lo interrumpido, cuando suaves golpes en la puerta me vuelven a desconcentrar. Abrí….allí estaba ella, mirándome asustada, ataviada con todos sus materiales, impecablemente uniformada- como siempre- su blusa almidonada, su cabello bien peinado, brillante, sujetado en media cola con un carmín azul. Denotaba temor, quizá por la llamada de atención intimidante que estaba en la obligación de hacerla, a veces con severidad y otras con cautela…
-¿Qué pasó…   -me aprestaba a preguntarle, cuando inesperadamente se echó a llorar desconsolada, con un llanto contenido, balbuceando algunas palabras que no entendía.  Me acerqué mirándola como tratando de descubrir en ella el por qué de sus lágrimas.
-¡Mi mamá me pegó!
- ¿por qué? - Inquirí.
-Es que no encontraba el peine y ya era tarde …. a ella no le gusta que llegue tarde!- seguía llorando. La calmé y seguí indagando.- Me pegó con la correa de mi papá-  pobre niña. La acaricié  balbuceando palabras consoladoras. Poco a poco se fue calmando . No se por qué pero aquel día se me regocijó el corazón de ternura por aquella niña inteligente, pedante a veces, orgullosa, creída, intentando siempre ser la mejor a costa de lo que sea, llamándola muchas veces la atención por su conducta egoísta, escuchándome ella asustada regalándome gestos inofensivos… con los ojos bien abiertos mirando a todos lados como intentando impedir que sus compañeros escuchen. Observándola me doy cuenta que a veces los padres somos injustos, castigando a nuestros hijos por cosas vanas e ignorando las llamadas de atención pertinentes.


EL PEQUEÑO TONY

(06-06-2009)
   Él es un niño de 9 años, algo inquieto como todo niño. Aquel día se me acercó tímidamente como intentando decirme algo, me sonrió y yo le correspondí.
-Hola  Tony, ¿cómo estás?- le dije. No me contestó, sonreía mirándose el calzado.
-¡Qué bonitas zapatillas!
-Me las compró  mi mamá…ya le pagaron.
-¡Qué bueno, ¿viste cómo te quiere tu mamá?
-Si -me contestó; y su expresión cambió, sus ojitos se llenaron de lágrimas. Yo le acaricié la cabeza tiernamente.

    A sus escasos 9 años, la vida le fue esquiva. Siempre tuvo carencias de alimentación, ropa, calzado y cariño de parte de sus padres que son separados.
-¿Se compró tu mamá algo para ella?
-No, sólo para mis hermanos y para mi... - y mientras me respondía no cesaba de observar sus zapatillas. Se le notaba feliz; empezó a correr dando tumbos y volteaba espiándome si aún lo observaba. Yo estada sentada ligeramente inclinada hacia delante observándolo. Una alegría inmensa me invadió. Una vez más me doy cuenta que las alegrías de mis alumnos son también las mías.