Caminar por
sus amplias avenidas, sintiendo la suave
fragancia de sus vilcas y granados, libres sin presiones, sin afrentas, es amar
doblemente la tierra que te cobija, la tierra que te vio nacer y que te
emociona hasta la última hebra del cabello cuando está de fiesta. De niña,
añoraba ser partícipe de la “Procesión de la bandera”, esa hermosa tradición
que nuestros antepasados nos legaron y que tan orgullosamente, hasta el día de
hoy mantenemos. En ese entonces, no entendía el por qué de la celebración, pero
sí me conmovía hasta el alma las muestras de
apasionamiento de los mayores, las lágrimas de las señoras entonando el
himno y, sobre todo el enorme
sentimiento patriota que se respiraba y que aún se mantiene en cada rincón de
mi hermosa Tacna, pese a haber permanecido cautiva casi 50 años. El inmenso fervor patriótico de los tacneños se demuestra cada 28 de Agosto, fecha en que Tacna vuelve
al seno patrio después de un largo sometimiento, demostrando todos los
vecinos, la peruanidad intacta en los
hogares. ¡Feliz día Tacna querida!